Mikkeller Cù’t Cà Phê Bia
La cerveza que hoy os traemos hoy es uno de los cientos de experimentos que ha hecho Mikkeller. ¿Por qué entonces escribir sobre ella? Porque esta elaboración de nombre impronunciable destaca y mucho sobre el resto de cervezas de Mikkeller, con un nivel altísimo de calidad, igualando la calidad de la gama Beer Geek o incluso superando a muchas las de dicha colección, y es relativamente difícil de encontrar (la analizada era la última botella de unas pocas que llegaron a Labirratorium) por lo que merece la pena que la destaquemos.
Se trata de una cerveza de estilo Imperial Stout elaborada con Koppi Lowak, el café más caro (y en teoría el mejor) del mundo, que como ya comentamos al analizar la De Molen que lleva su nombre, son granos de café que a traviesan el tracto intestinal de una civeta antes de ser recogidos y procesados. A desagradable que esto pueda sonar, el café que se elabora con estos granos una vez lavados y procesados es realmente bueno, y las cervezas que los usan, también, como es el caso que nos ocupa.
Es una cerveza que presenta un color negro totalmente opaco, y una espuma beige tirando a una tonalidad marrón claro, de escasa retención pero acorde al estilo.
En aroma despliega todo su potencial, que incluye intensas notas de café torrefacto, azúcar moreno, chocolate y licor.
En boca las notas torrefactas y dulces se envuelven en un perfecto cuerpo denso y levemente viscoso, de carbonatación muy suave, consiguiendo una sensación tremendamente agradable para el paladar.
En resumen, de lo mejor que he probado en el género este año. Es algo cara (esta botella rondó los 6€) debido a la alta calidad de sus ingredientes, pero si se ofrece la oportunidad de hacerse con una botella merece mucho la pena.
Tengo la de De Molen por aqui por probar, pero he tenido la oportunidad de probar el café Koppi Lowak y sinceramente está muy bueno asique en una cerveza tiene que estar de vicio.
Saludos!
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