Weihenstephaner Korbinian

Hoy vamos a hablar de una cerveza de trigo, hermana de la Weihenstephaner Vitus de la que ya hablamos en la entrada sobre la cata en  LaBirratorium. Antes de nada, me gustaría hablar un poco de la historia de esta fábrica, que en nuestra opinión se lo merece.

La historia de este cerveza comienza tan temprano como el año 725 cuando cuando San Corbiniano (San Korbinian) funda el monasterio de Weihenstephan al sur de Alemania, lo que nos parece más interesante es que tan solo unos pocos años después comenzaran la fabricación de cerveza, lo que hace que posiblemente estemos ante una de las fábricas de cerveza más antiguas de Europa. Se sabe también que alrededor del año 768 comenzaron en los terrenos del monasterio el cultivo de lúpulo por lo que muchas personas consideran a este monasterio como la cuna de la cerveza con lúpulo que conocemos en la actualidad.

Unos siglos más tarde, en el s. XI  se produce uno de los hechos más cruciales en la historia cervecera de este monasterio, en el año 1040 el abad Arnold consiguió una licencia para la fabricación y venta de cerveza con la ciudad de Frisinga (Freising) con lo que oficialmente se convirtió el monasterio en un vendedor de cerveza. Durante esta etapa producen tres variedades de cerveza además de la que venían produciendo, una de más suave y de más baja calidad para los peregrinos, pedigüeños y mendigos y una de más calidad destinada para el consumo de la alta sociedad y de la alta jerarquía eclesiástica.

Es en año 1516 cuando se produce el que quizás sea el hecho más importante de la historia de la cerveza, la promulgación de la Ley de Pureza Germánica por parte del duque Guillermo IV de Baviera y que prohibió para la elaboración de la cerveza cualquier otro ingrediente que no fuera agua, malta y lúpulo, por lo que este monasterio se encontraba en una posición de ventaja al llevar ya 700 años haciendo cerveza con lúpulo.

En el año 1803 dentro de los procesos de secularización de del estado bávaro se disuelve el monasterio, sin embargo la producción de cerveza no se detiene, pero esta pasa a hacerse bajo la supervisión del estado. En el año 1919 se une a la Universidad de Munich conviritiéndose en la Facultad Cervecera, de Alimentos y Lácteos de dicha universidad. Esta facultad tiene un tremendo prestigio dentro del mundo del zumo de cebada que hoy en día casi el 100% de los maestros cerveceros de Europa y de gran parte de fuera del continente estudian allí al menos durante un año.

Después de la historia pasemos a hablar de la cerveza. En vaso presente un color oscuro muy intenso y una cabeza de espuma de un dedo de espesor, menos de lo que nos esperamos. Para los que estén acostumbrados a las cervezas de trigo más típicas como la Paulaner el color y este les puede extrañar, pero os aseguramos que eso no desmerece para nada a esta cerveza.

En nariz presenta un aroma espectácular, muy dulce, con aromas tostados que nos recuerdan a los de una imperial stout pero con un toque más quemado, en definitiva, un aroma excelente que no hace más que aumentar tus ganas de comenzar a beberla.

En boca presenta un ligero sabor a café y un dulzor muy agradable, demasiado, presenta también el sabor de la malta tostada. Tiene un sabor espectácular que los amantes de la buena cerveza van a saber apreciar. Tal vez el que está acostumbrado a la Paulaner o a la Franziskaner pueda no gustarles al principio, pero sin ninguna duda con el tiempo les va a acabar encantando.

En resumen, estamos ante una de las mejores cervezas de trigo que hemos probado, es absolutamente espectácular, nos ha encantado.

NOTA FINAL: 9`75/10